domingo, 6 de febrero de 2011

AMAR A NUESTRAS MASCOTAS y a los animales

Querer a los animales no es solamente tenerlos en nuestras casas como "graciosas y monas" mascotas. QUERERLOS DE VERDAD ES: cuidarlos, alimentarlos, tener en cuenta sus necesidades de juego y afecto, no encerrarlos en un lugar determinado como puede ser un balcón, una terraza o una habitación durante las horas en las que estamos fuera de casa o trabajando... por cierto es algo muy triste, ¡que nosotras NO podemos soportar!, cuando oímos a perros o gatos llorando porque los han dejado fuera. Con todo esto os quiero explicar que somos seres vivos, con nuestra inteligencia animal y con nuestros sentimientos "gatunos, perrunos... etc", que sentimos dolor aunque no sepamos hablar. Sé que lo sabeis, pues todos los que leéis mis aventuras, seguro que amáis a los animales.
La prueba de amor más segura que me ha dado mi familia, la he vivido esta pasada semana. Yo Winona, sé que todos me quieren mucho... Pero cuando he visto a mi mamá, papá, a mi abuela, a mi querida Ana, a mi hermana nerviosa, pues ella es pequeña y no sabía bien lo que estaba ocurriendo, llorar desesperados por mi, he sentido que los quiero cada día más.
El pasado Domingo, empecé a maullar de una forma muy rara, casi parecía que iba a hablar con palabras humanas, pero lo que surgió de mi garganta gatuna fué una especie de "miauuuu" muy extraño. Acto seguido también salió de mi garganta un gran vómito, muuuuy feo...
Mami se apresuró a venir para ver lo que me estaba pasando... después de unos minutos volvi a la normalidad y mami limpió el suelo, mientras mi hermana Dana me miraba con ojos muy abiertos.
Mamá me avisó:
.- ¡Winona, es que no tienes que comer tan deprisa y debes masticar!, porque después "te pasa lo que te pasa"... que vomitas!!!!-
El Lunes siguiente, me dolía un poco el estómago, y jugué solo un ratito.
El Martes estuve todo el día en la silla acostada, pues tenía mucho sueño, no tenía hambre y yo siempre como... no tenía ganas de jugar con Dana, NI SIQUIERA con mi "beauty center", ¡y eso es muy grave!..., pues YO Winona siempre tengo ganas de jugar con él y de maquillarme, como ya os podéis imaginar. Mami me preguntaba que era lo que me pasaba, y le dije que me dolía la barriguita.
Después de decirle esto, volví a maullar de aquella forma tan extraña y vomité un líquido feísimo entre amarillo y verde. No podía subirme al sofá y no tenía fuerzas.
Mamá, mi abuela y mi amada "Ana" se asustaron muchísimo, y ¡CORRIENDO, CORRIENDO! me cogieron en un "santiamén" y me llevaron al médico, al veterinario.
YO ODIO ir al veterinario, pero no tuve fuerzas ni para protestar, ni para decir un triste ¡MIAUUUU!.
En la clínica rapidamente me atendieron, ¡MarrrraMIIIAUUUU, me hicieron muchas pruebas!, me auscultaron, me miraron mis grandes ojos, la boca, y lo peor me pusieron el termómetro: otra cosa que ODIO.
Después de todo esto, ¿no tuvieron bastante los veterninarios!... me llevaron a una sala y con una jeringuilla me sacaron sangre de mi cuellecito.
De verdad os lo digo en aquellos momentos me daba igual, buuuenooo...solo casi igual... pues me dolía mucho la barriguilla, y no me daba mucha cuenta. Así entre mis dolores me metieron en otra habitación, ¡¡¡oooooooh MMMiauuuu y MAAAarramiauuu !!!, ¡fué el COLMO! con una máquina muy ruidosa me empezaron a rapar mi PRECIOSISIMO PELO de British shorthair, me estiraron en una camilla, me pusieron una crema muy fría en la barriguita, y con una COSA MUY RARA me la pasaban por encima, mientras que la doctora miraba ¿NO SE EL QUE? en una televisión. YO WINONA, tengo mucho genio y como soy mayor quería protestar!!!!, pero no podía..

Finalmente me llevaron otra vez a la sala donde estaba mi mami esperándome, pensé: ¡Miau, mami quiero estar contigo...!!!.
Cuando mamá me vió toda rapada empezó a llorar, y la veterinaria le dijo que en 20 minutos sabría los resultados de las pruebas, que tenía el hígado muy hinchado...
Cuando trajeron los análisis, escuché que tenía unas defensas muy pequeñas, muy pocas... ¿que será eso?, NO ENTENDIA NADA!!!
Mami lloraba mucho más... y de pronto... me dió un besito gatuno, unos arrumacos y con los ojos ¡muy pero que muy! llorosos e hinchados, se fué.
Me quedé muy triste, mis ojos gatunos lloraban también, pues no comprendí porque mamá se iba dejándome allí con los médicos...
La doctora me cogió, me raparon la patita y me pusieron unos cables de plástico por los que caía un líquido transparente y me llevaron a la habitación, que es como un cubículo con una mantita adecuado para nosotros los animales. Con muchas ganas de dormir y llorar ví que tenía muchos compañeros: perros, otros gatos... y pensé en mi AMADA FAMILIA... mientras los ojitos se me iban cerrando de sueño y dolorcito.
Al día siguiente todos me vinieron a visitar: mamá, papá, mi tía, mi abuelita... ¡Mmmiauuu mamáaaaaa y todos!, ¡me iré ya a casa!...
Pero ese día no pudo ser, me quedé ingresada en el hospital veterinario dos días más.
Ahora ya estoy en mi casa otra vez con los míos, muy recuperada. Vuelvo a comer, no tanto como antes... pero no pierdo mi hambre "canina", felina en este caso, y... lo màs importante de todo:
SE LO QUE ES QUE TE QUIERAN MUCHISIMO Y TENER UNA FAMILIA, ahora sé valorar todas las cosas que me rodean y también sé lo que es estar alejado, aunque solo sea por unos días de todo ello, de mis juguetes y de mi hermanita blanca. YO WINONA, los quiero y aunque soy pequeña de edad me doy cuenta de que, como dice mi mami: "la salud es lo primero"....... PERO ¡¡¡¡ MMMMMiiiiaUUUUU!!!! SIGO ODIANDO IR AL VETERINARIO.
Deseo que mi aventura real os haya servido para uniros mucho más a vuestras mascotas. Procurar por nuestra salud también es AMARNOS.
 

winonafashion Blog 2008|Plantilla Blogger | Diseño de winonafashion