De vuelta al "cole Gatuno"

Como ya os había dicho, ayer fué nuestro primer día de "clases gatunas". Dana y yo vamos al mismo cole y la peke Isis aún va a la guardería de gatitos pequeños.
Estoy muy contenta de volver a ver a todos mis compañeros, aunque también me hubiera gustado continuar en casa para jugar todo el día, pero... mami dice que todos los niños y los gatitos van a la escuela para aprender y que no seremos nosotras unas gatas "incultas"y "tontonas", que se empieza desde de pequeñas a aprender y que es más fácil hacerlo con nuestra edad, y que cuando seamos mayores lo agradeceremos... vaya, ya sabeis... lo que dicen todos los padres...
Lo mejor ha sido que hemos llevado nuestros juguetes de Reyes, solo uno claro...
y no hemos hecho nada, solamente un dibujo en todo el día, la "señorita" me ha dicho:
.- ¡Muy bien Winona, no te has salido nada de la raya!. ¡Muy bien pintado!...
Teniamos que dibujar la navidad y los regalos.
Ahora vereis mi "superdibujo" En la clase de Dana, han jugado también con los juguetes, y a media mañana han hecho una "siestecita", yo, como soy mayor ya no duermo en clase. A la hora del recreo nos hemos visto, y Dana me ha venido a buscar porque un gato le estaba estirando los pelos a su muñeca, y he tenido que decirle:
.- ¡Oye, Timy(que es el nombre de este gato de los bosques noruegos, tan "follonero"), deja a mi hermanita, no le rompas su muñeca, o te voy a dar un arañazo, que te vas a enterar... ffffuuuuuu!.
Entonces, él se ha quedado muy quieto y me ha dicho: .- ¡Vaaale!, y se ha ido a jugar con sus amigos. Sabeis... me tiene mucho respeto porque sabe que yo soy más mayor y que le puedo pegar un _"zarpazo" ¡que lo dejo tonto¡, o sea, que no se meta con MI Dana, que yo le bajo los humos de golpe. Porque sé que mi hermanita es muy miedosa. Os voy a explicar lo que le pasó, una vez que se escapó: siempre que abrían la puerta de la calle, ella era la primera que se preparaba para salir o mirar quien venía, pues supongo que sabeis que los gatos odiamos las puertas cerradas;
hasta que un día, aprovechando esto, salió a la calle, porque quería verla de cerca, no como siempre desde la ventana o desde el transportín, y se alejó de casa, como era más pequeña de edad, se perdió, no estaba muy lejos, pero ella se desorientó. Mami que volvía de comprar, vío a lo lejos un grupito de niños y cuando se acercó a ellos, se dió cuenta que había un gato al que le estaban tirando piedras. El susto fué que el gato no era gato sino gata, y era Dana, mami empezó a gritarles como enloquecida: .- ¡¡¡ Que estais haciendo, no os da pena, ¡dejad a la gatita, ella no os hace nada, es pequeña¡¡¡
dejadla o llamo a la policía, no le tireis piedras que es un ser vivo...
y se fue hacia los niños. Ellos se marcharon y mami llorando cogió a Dana en
sus brazos, y le echó bronca por haberse escapado de casa., pero muy poquita, -pues estaba muy asustada y tenía un cortecito en el morrito.
y nos explicó:
.- Lo veis, mis gatitas, teneis que obedecer, y no salir de casa pues fuera pue
den haber muchos peligros: Los coches, el frío, y la gente, que, aunque no son malos, muchos lo hacen por ignorancia, ellos no saben que los animales tenemos
sentimientos, se creen que somos como muñecos, otra gente nos odia, pues no nos conocen y se creen que los gatos, somos malos y ariscos. No se dan cuenta o
no se preocupan en saber más cosas de nosotros. Aunque ya sabeis, que como nuestra familia humana, hay muchisimos más (la mayoría), que nos quieren de verdad y lo hacen todo por nosotros para que estemos bien y vivamos felices.
Asi es que mis pequeñas, por favor si quereis salir de casa, siempre hacedlo
conmigo, o quedaros en la puerta. Esto va para las tres.

y desde ese día, ninguna de las tres salimos a la calle, solamente miramos por la ventana, o nos quedamos en la puerta, es lo que tiene ser gatas de ciudad. Si viviesemos en el campo, podriamos estar más sueltas, pero no lo añoramos, porque en casita se está ¡de fábula!.